Las redes de aluminio experimentan cada vez mayor demanda debido a la facilidad para producir este metal y por el menor costo que representa con respecto al cobre.
Sin embargo, existen tres aspectos físicos y químicos que se deben tener en cuenta cuando se trabaja con este conductor. Siga leyendo porque, con la asesoría del Ingeniero Víctor Suárez, Gerente de CILES, le explicaremos cómo garantizar la seguridad de su instalación eléctrica.
Las conexiones eléctricas que trabajan con conductores de aluminio requieren la intervención de conductores bimetálicos para poder fijar correctamente los puntos de contacto en la red, debido a que este tipo de material puede presentar consecuencias físicas y químicas que ponen en crisis al sistema de energía.
Para evitar situaciones de peligro, el Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (RETIE) y la Norma Técnica Colombiana (NTC) 2050 definen cuáles son los requisitos que deben tener las instalaciones de este tipo.
Ambos documentos se refieren a los aspectos clave que hay que evitar en las redes que trabajan con conductores de aluminio.
Aspectos físicos y químicos que deben tenerse en cuenta en una instalación con conductores de aluminio
1. Par galvánico
Es un chispa que se produce en una superficie de contacto entre dos materiales por los que fluye energía, si no son compatibles, o debido a que no tienen un punto de contacto firme. Esto puede suceder porque no hay suficiente fuerza que fije el sitio de conexión.
Una manera de distinguirlo, comenta el Ing. Víctor Suárez, es al escuchar un sonido parecido al que se oye cuando hay una abeja volando en un punto de contacto. Esto quiere decir que en ese punto, hay micro arcos de elevación de temperatura que ponen en crisis la conexión eléctrica.
2. Efecto Creep
Es el resultado de la elevación o la disminución de temperatura en un punto de contacto por la existencia o la ausencia de flujo eléctrico.
Cada conductor tiene un coeficiente de dilatación. El cobre se dilata más que el aluminio, pero también se contrae más. En este sentido, el efecto Creep se genera por la alternación excesiva de ambos procesos en el conductor, lo que lo termina deformando, según lo informa Wikipedia.
3. Proceso de oxidación galvánica
Todos los materiales son susceptibles de oxidarse. Incluso las personas nos oxidamos.
Cuando el cobre (pero también el oro y la plata) se oxida, el proceso llega a un punto límite y la oxidación se detiene. En cambio, el hierro, el acero y el aluminio se oxidan hasta el punto en que se produce la corrosión del metal.
Por otro lado, cuando las partículas de oxígeno se integran a las del aluminio, éste deja de tener grado eléctrico, pues se vuelve dióxido de aluminio.
En estos casos, se requiere la aplicación de un gel antioxidante. Su objetivo es eliminar las burbujas de aire en las que se encuentra el oxígeno que puede existir en el interior de un conector si éste no cuenta con la sujeción debida. Los conectores deben garantizar que no generan corrosión en el conductor o conductores que conectan.
Estos 3 aspectos son los requisitosmás importantes según el Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas y los que determinan la necesidad de instalar conectores bimetálicos, para garantizar la seguridad de los puntos de contacto.
De igual forma, te recomendamos consultar la NTC 2050 para conocer mayores detalles sobre los requisitos de seguridad en el sistema eléctrico.
Conclusión
Cuando se trabaja con redes de aluminio es necesario verificar que, durante la instalación, los puntos de contacto estén suficientemente firmes junto con emplear un gel antioxidante certificado para eliminar las burbujas de oxígeno, que son las responsables de la oxidación, y la posterior corrosión del conductor.
Cumpliendo debidamente con los parámetros establecidos por el RETIE y la NTC 2050, usted tendrá la garantía de que la instalación de su red eléctrica estará segura.